Amar a Dios: bautizándose (Hechos 8:26-40)

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Domingo - 10H00 Servicio de Adoracion | Jueves 16H00 Club de Niños

Dec. 08, 2024

El Texto de hoy:

Felipe y el etíope

26 Un ángel del Señor dijo a Felipe: «Ponte en marcha hacia el sur, por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza». 27 Felipe emprendió el viaje, y resulta que se encontró con un etíope eunuco, alto funcionario encargado de todo el tesoro de la Candace, reina de los etíopes. Este había ido a Jerusalén para adorar 28 y, de regreso a su país, iba sentado en su carro leyendo el libro del profeta Isaías. 29 El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro».


30 Felipe se acercó de prisa al carro y, al oír que el hombre leía al profeta Isaías, preguntó:


—¿Acaso entiende usted lo que está leyendo?


31 —¿Y cómo voy a entenderlo —contestó— si nadie me lo explica?


Así que invitó a Felipe a subir y sentarse con él. 32 El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era el siguiente:


«Como cordero fue llevado al matadero,

    como oveja que enmudece ante su trasquilador,

    ni siquiera abrió su boca.

33 Lo humillaron y no le hicieron justicia.

    ¿Quién describirá su descendencia?

    Porque su vida fue arrancada de la tierra».[a]


34 —Dígame usted, por favor, ¿de quién habla aquí el profeta, de sí mismo o de algún otro? —preguntó el eunuco a Felipe.


35 Entonces Felipe, comenzando con ese mismo pasaje de la Escritura, le anunció las buenas noticias acerca de Jesús. 36 Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua y el eunuco dijo:


—Mire usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado? 37 [b]


38 Entonces mandó parar el carro, ambos bajaron al agua y Felipe lo bautizó. 39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, pero siguió alegre su camino. 40 En cuanto a Felipe, apareció en Azoto y se fue predicando las buenas noticias por todos los pueblos hasta que llegó a Cesarea.